“Cuando me emociono de corazón, sé que estoy en el camino correcto” Reflexiones para vivir mejor, sentir más y correr menos
¿Y si reflexionar fuera el primer paso para vivir mejor? ¿Y si todo fuera tan sencillo como pararse, sentir y reconectar? Pues realmente lo es. Aquí encontrarás reflexiones para vivir mejor, parar, escuchar y volver a ti.
Pasión por crear momentos inolvidables
Nuestro conjunto de servicios especiales y muy específicos, atiende a la necesidad de todo tipo de personas que se encuentren estancadas tanto a nivel personal como profesional. Entendemos y pensamos que para tener éxito profesionalmente, lo principal y mas importante, es empezar por nuestro desarrollo y éxito personal, únicamente conociéndonos y aceptando lo que somos, alcanzaremos cualquier objetivo.
Reflexionar
Reflexionar es una herramienta poderosa que nos permite analizar nuestras experiencias, aprender de ellas y crecer como personas. Cuando reflexionamos sobre los momentos que vivimos, podemos encontrar lecciones valiosas y descubrir nuevas perspectivas.
Sentir es abrir las puertas del alma a la belleza y la fragilidad de la existencia. Es la caricia del sol en la piel, el escalofrío de un susurro en la oscuridad, la risa que brota sin aviso y las lágrimas que escapan al recordar. Sentir es vivir cada instante, cada momento, con el corazón.
Los momentos son los hilos dorados que tejen el tapiz de nuestra vida. Son los abrazos inesperados, las risas compartidas, las miradas cómplices y los silencios llenos de significado. La importancia de los momentos radica en su poder de marcar nuestra alma.
Aquí van a tener un claro ejemplo de que, si se quiere, con fuerza conseguirán dar la vuelta a su vida o a la manera de verla. Eres la persona que todo el mundo debería tener a su lado, y yo he tenido la suerte de haberte encontrado y de haberlo hecho muy pronto.
¡Qué especial es estar con personas que te entienden y te apoyan, que juntos consigáis de eso una fortaleza y no una debilidad! Vivir esos momentos con alguien y que puedas decir lo que piensas, para bien o para mal, que te escuche y ver su parte tan privada que solo conoces tú, que se alegre por ti, por todo lo que consigues, por las cosas que haces, y, sobre todo, por las que no consigues aun habiendo luchado mucho, tanto que sufre cuando tú sufres y entiende tus emociones.
La primera palabra que se me viene a la cabeza, es “parar”, siempre de la mano con “reflexionar”. Al estar todos sumidos en unas vidas tan ajetreadas y llenas de compromisos, dejamos que el mundo y las circunstancias nos marquen qué hacer, qué pensar o qué sentir. Momentos, siento que invita a formularnos este tipo de cuestiones.
